El llamado a la acción colectiva de este Día Mundial de los Océanos 2022 busca revitalizar nuestros océanos y nuestros esfuerzos para su protección. Esto implica la articulación de ciudadanía, academia, gobierno, el sector empresarial y otras organizaciones que trabajan en torno al bienestar y uso sostenible de los océanos del mundo.

Hace 50 años, en junio de 1972, se llevó a cabo la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano en Estocolmo, la cual se considera un punto de inflexión en la acción colectiva para el medio ambiente y la cuna de la gobernanza ambiental.

¿Pero, entonces, porqué no hemos visto más avances en la protección de nuestros océanos en las últimas cinco décadas?

Las investigaciones científicas y los medios de comunicación nos dicen que en el 2050 habrá más plástico que peces en los océanos, que ya existen islas de basura, que la sobreexplotación de recursos pesqueros está llevando a la extinción de algunas especies, que la acidificación está destruyendo ecosistemas sensibles y ricos en biodiversidad, como los arrecifes de coral, y que la capacidad del mismo océano para regular el clima global se ha alterado. Tristemente, la lista sigue y sigue…

Al parecer, estamos viviendo actualmente la destrucción “inevitable” de nuestros océanos planteada por la llamada “Tragedia de los bienes comunes”. Nuestros océanos son un ejemplo perfecto del dilema que surge alrededor de estos recursos compartidos limitados. De acuerdo con el concepto, distintos actores, motivados por su interés personal y actuando de manera racional e independiente, aprovechan los comunes hasta que terminan por destruirlos, aunque a ninguno les convenga que pase esta destrucción.

Sin embargo, ¿realmente nos encontramos ante un panorama sin salida?

La gobernanza colectiva ha surgido como la mejor arma en la lucha para evitar dicha destrucción, sin decir que esto es un camino fácil. Los procesos de gobernanza implican la necesidad de llegar a acuerdos mutuos que tengan en cuenta los intereses, objetivos, y cosmovisiones de una multitud de diferentes actores. En el siglo XXI la gobernanza representa, en cierta medida, la tendencia humana de autoorganización que se ha visto durante milenios.

Hoy en día los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU ofrecen un marco general e integral, dentro del cual se debe desarrollar e implementar todo lo relacionado con la gobernanza ambiental, social y económica de los océanos. El logro del ODS 14: Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos, conlleva muchos beneficios para los otros ODS, y viceversa.

En un sentido formal, la gobernanza de los océanos involucra las reglas e instituciones formales, la toma de decisiones basada en evidencia y conocimiento, la legitimidad de las instituciones en la toma de decisiones, el compromiso y la participación de las partes interesadas, y el empoderamiento de las comunidades.

Pero más allá de esta definición, resaltamos que toda acción a favor del bienestar y revitalización de nuestros océanos se puede considerar como gobernanza.

Durante años, tanto algunos gobiernos como otros actores se han negado a tomar las medidas necesarias para mitigar y luchar en contra de los cambios y daños ambientales en nuestros océanos; a veces porque no creían en la evidencia científica sobre sus causas e impactos, a veces porque pensaban que las soluciones planteadas eran muy costosas o entraban en conflicto con otros intereses. La negación de las soluciones existentes, o la afirmación de que su aplicación es inviable -por ejemplo, reformas económicas, energías renovables, combustibles más limpios, hogares y automóviles más eficientes, la tendencia hacia los datos abiertos y FAIR data que facilitan la acción colectiva, entre muchos otros- es hoy en día uno de los desafíos más grandes que enfrentamos todos quienes trabajamos por los océanos. La educación, la innovación y la construcción de redes de trabajo son nuestros mejores aliados en la revitalización de los océanos.

Por lo tanto, nuestro mensaje en este Día Mundial de los Océanos 2022 es que las soluciones sí existen, son cada vez más factibles, y todos podemos contribuir a su realización. En CEMarin estamos convencidos de que existe una multitud de acciones que cada uno de nosotros implementa desde la cotidianidad. No podemos olvidar nunca que como profesionales, estudiantes, consumidores, votantes, miembros de comunidades y de la sociedad civil, desde cualquier ámbito de nuestras vidas todos podemos emprender acciones a favor de nuestros océanos, inclusive estando lejos de los territorios costeros e insulares.

Por eso, los invitamos a unirse a nuestra campaña Cada Acción Cuenta a través de nuestras redes sociales. Queremos saber qué acciones realizan desde su cotidianidad y sus áreas de investigación para cuidar los océanos, con el hashtag oficial de la ONU #revitalizetheocean y el hashtag de nuestra campaña #cadaaccioncuenta.

Y, por si no lo conocen, los invitamos a revisitar el Manifiesto por los Océanos de Colombia, que promovimos en alianza con la Comisión Colombiana del Océano, Conservación Internacional, y con el apoyo de la Fundación Malpelo y Agenda del Mar.

¡Únanse a este llamado a la acción colectiva para que las soluciones que necesitamos nunca más se queden en el papel, sino que la revitalización de nuestros océanos sea cada vez más una realidad!